jueves, 31 de diciembre de 2009

Un año más.

A principios de este año que dejamos empezaba con palabras de esperanza que ni yo misma me creía. Me dijeron que debía esperar una felicidad que después nunca llegó...
Enero me prometía un ronco invierno. Yo creía en ángeles que me salvarían de mi oscuridad, me decía a mi misma que no tendría miedo. Enero fue un mes frío y despiadado conmigo, me dejo una enfermedad de dos semanas.
En Febrero me repuse, y me ví más fuerte que antes. Menos débil por dentro y por fuera. Más como me gusta ser a mí. Invulnerable.
Marzo empezó a quitar las nubes del cielo que estuvieron desde Noviembre permanentemente sobre nuestras cabezas. Se vieron los primeros rayos de sol de una primavera fría.
Abril tampoco puedo decir mucho.
De estos meses anteriores no tengo grandes recuerdos. Tengo una laguna ahí, sólo recuerdo que siempre estaba nublado, que nunca había claridad. Y que me dolía.
Mayo me trajo los examenes finales del colegio, pero finales de toda la vida. Era mi último mes en el lugar que había hecho mi casa durante toda mi vida, desde los 5 años. Y después, como no, la Graduación. La gente que yo más quería estuvo ese día conmigo. Hasta quien menos creía que podría acompañarme...
Junio fue estudiar para Selectividad, con la fería en medio, pero estudiar, al fin y al cabo.
Y Julio, libertad, completa. Me fuí sola a la playa, un retiro voluntario, y nunca me había sentido tan libre como esos días de mar y sol.
Agosto... fue otra cosa. Un cambio radical. Fuí a la Alpujarra y me ví de repente presa de mis sentimientos. Huí de allí a toda prisa sin saber que luego echaría de menos aquello con todas mis fuerzas.
Desde mediados de Agosto hasta Septiembre incluído tengo otra laguna, no recuerdo nada. Solo la fiesta sorpresa que me hicieron todos mis amigos en mi cumpleaños. Fue uno de los mejores días del año.
En Octubre entré en la Universidad, en el ajetreo, en el conocer a gente nueva. Y he tenido suerte con todo. Me considero afortunada.
Noviembre me trajo recuerdos y ansiedades. Pero también me hizo abrir los ojos y ver en realidad lo que yo quería.
Diciembre. Un mes de esperanza, de reencuentros con la realidad de mis emociones, de presentimientos de buenos tiempos... hasta hoy.
Hoy, un día como otro cualquiera, víspera de una gran fiesta por la noche que quizás acabe en confesiones... No soy yo quien debe decidirlo. Que lo decida el inexistente destino.



Canciones del año, muchas, muchísimas.
La que mejor se adapta al día de hoy...


http://www.goear.com/listen/040395e/un-año-más-mecano

1 comentario:

  1. No se como... pero despiertas algo en mi... me encanta leer tu blog...
    creo que no nos conocemos aunque es extraño no recuerdo bien como encontre tu blog pero eres de granada tambn? jaja q pekeño es el mundo...
    agregame a tuenti si eso..

    javi costy
    1 beso, encantado
    y feliz año!

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