
El invierno siempre tiene lo mismo, siempre trae la misma historia.
Ganas de libertad, gritos desagarrados de un alma impenetrable. Sueños inalcanzables, metas puestas con la intención de desencadenar los misterios de la vida.
Ternura. Agonía. Hambre de pasión. Ganas de comerse el mundo.
Tristeza.
Y sobre todo, frío. Mucho frío.
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Huellas