El pasado. Ese enemigo a nuestras espaldas. El eterno rival, que a veces se convierte en nuestro aliado, sin quererlo.
El pasado, está lleno de interrogantes, de frases sin terminar, de preguntas no respondidas... o de respuestas para las preguntas que ahora nos hacemos.
En cualquier caso, el pasado, es el pasado, y no hay forma de poder cambiarlo.
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