Hoy es un día como otro cualquiera. Un día soleado... Voy a clase, vengo y estudio.
Mañana será igual, y pasado, y el siguiente.
Si lo pensamos bien, la rutina nos protege de esas guerras que disputamos a veces, de esos terremotos en nuestra vida... Pero esos terremotos son nuestra vida.
¿Qué sería de nosotros sin los sentimientos? ¿Sin los pequeños detalles que nos pintan la vida?
Por sólo un sentimiento, merece la pena vivir.
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