Es curioso cómo el tiempo a veces nos pone en el mismo lugar, en el mismo punto después de un largo viaje...
No importa cuantos años pasen, cuántas cosas nos ocurran. Al final, la vida nos pone en un sitio concreto, curiosamente, igual que el punto de partida.
Entonces, abres los ojos y te ves a ti misma en el espejo; y darías todo lo que fuera por que esa mujer que ves antes ti, ese rostro, esos ojos, fuesen otra persona... y no fueses tu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Huellas