jueves, 10 de enero de 2013

Beat.

La Reina se volvió hacia él, para ver su expresión. El Caballero de Plata sonreía.
Ella se acercó lentamente hacia él. Llena de ira, ira incrustada. Ira controlada.
Le acarició la cara, mientras sonreía ella también. Bajó los dedos finos y suaves hasta el cuello, continuaron bajando, y se pararon en la parte izquierda del pecho. Los tensó y los introdujo con fuerza y rapidez en el pecho del Caballero. Él ya no sonreía.
La Reina dio un fuerte tirón y saco un músculo lleno de sangre, aun bombeándola. Su corazón. Le miró a los ojos.
Y él ya no sonreía.

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